Guillermo del Toro Gana León de Oro en Festival de Cine en Venecia
El director mexicano Guillermo del Toro gana León de Oro por mejor película, en la edición 74 del Festival de Cine de Venecia. Gracias a su película de fantasía La Forma del Agua, que fue una de las fábulas más aclamadas durante la muestra.
El premio, le fue concedido por un jurado que presidió la actriz Annette Bening, jueces y público por igual aclamaron el trabajo del Mexicano que presentó una “magistral obra de ciencia ficción con mensaje político encubierto”.
La Forma del Agua, argumentó Del Toro, es el resultado de la voluntad de creer en lo que a uno le apasiona, “monstruos en mi caso”, señaló. Al momento de recoger el galardón, emitió también un mensaje de inspiración para cineastas mexicanos que se encuentran frustrados.
“Se lo dedico a cualquier director mexicano o latinoamericano que sueñe con rodar algo en el género fantástico como parábola, y esté enfrentado a alguien que le dice que eso no se puede hacer. Sí se puede; si te mantienes puro y sigues creyendo en lo que sea que crees –en mi caso, los monstruos–, todo irá bien.”
La Forma del Agua, será estrenada oficialmente en España en enero del año entrante, el filme está ambientado en un laboratorio secreto a principios de los sesenta, donde el ejército de los Estados Unidos mantiene cautivo a un monstruo capturado en el Río Amazonas.
La criatura esta vez, de entre el sinfín que habitan la imaginación de Del Toro, parece inspirado en lo visto en la cinta El monstruo de La Laguna Negra, pues se trata de una mezcla de hombre y anfibio con quien la protagonista, una mujer de la estoica y solitaria, vivirá una relación pasional.
La Forma del Agua es además una cinta llena de mensajes de inclusión y la importancia de trabajar en conjunto a pesar de las diferencias. En ella, otros personajes situados en los márgenes de la estricta sociedad durante la posguerra estadounidense, como son: una mujer discapacitada, una afroamericana, un vecino homosexual, y un espía ruso con agenda oculta, unen fuerzas para salvar al monstruo.
En la cinta, acorde a quienes ya la presenciaron, se percibe también un paralelismo nada disimulado con los eventos de la Guerra Fría, así como de situaciones actuales que encuentran espejo en la América de Donald Trump.
“En este momento, nuestra primera acción política debería ser escoger el amor por encima del miedo. Vivimos en tiempos en que el odio y el cinismo son usados de forma penetrante y persuasiva. Nuestra primera misión cuando nos levantamos tiene que ser creer en el amor.”
Pese a su larga trayectoria y sus muchos éxitos en el cine internacional, esta es la primera vez que el Mexicano recibe un reconocimiento de la magnitud que el Festival de Venecia representa; antes lo más cercano al mismo fue un galardón menor en Cannes por su obra debut, Cronos.
Por otro lado, el Gran premio del Jurado fue para la cinta Foxtrot, del director israelí Samuel Maoz, esta retrata a una familia que enfrenta con desesperación la noticia de la muerte de su hijo, soldado en el ejército israelí. La película se distingue por su narración fragmentada y un muy notorio enamoramiento de sí misma.