Mexicano Desarrolla Chip que Detecta Cáncer de Estómago
El mexicano Jorge Soto miniaturizó todo un laboratorio al tamaño de un chip que detecta cáncer de estómago, lo cual ayuda a bajar tremendamente los altos costos de diagnóstico y tratamiento al lograr descubrir la enfermedad en sus primeras etapas de vida.
Al notar que este mal es uno de los que más afecta a la población, decidió involucrarse en éste primero, aunque eventualmente se enfocará en más tipos de cáncer. El chip en el que trabaja actualmente usa una tecnología que llamaron Microfluido.
El procedimiento de detección es automático, pues el microscópico laboratorio posee las mismas características que uno de medio millón de dólares, ya que el chip cuenta con zona de calentamiento, óptica y magneto, en el que se coloca la sangre y automáticamente se mezcla con enzimas.
Al hacer automatizado el sistema del chip, el diagnóstico se obtiene en unas horas. La meta del proyecto del pequeño dispositivo siempre ha sido hacerlo fácil y accesible para no requerir de expertos técnicos ni límites en presupuestos, ya que el chip usa cartuchos muy baratos.
“La gente se hace la prueba con síntomas muy avanzados. Los sistemas de salud normalmente son públicos y con tiempos de espera muy largos, entonces lo que hacemos es que sea fácil de monitorear y tener un diagnóstico con una prueba de sangre”, detalló el ingeniero electrónico.
Cuando se hace una prueba de mutación del gen que provoca algún tipo de cáncer, la sangre extraída no puede analizarse en América Latina, por lo que el estudio se hace en España o EUA. Allá se obtiene el ADN para compararlo con otras enzimas y obtener los resultados; lo cual implica mucho tiempo y dinero invertido.
Aquí interviene la empresa Miroculus, un negocio de biotecnología con sede en Silicon Valley, y en la cual Soto es cofundador y director. Su principal objetivo es democratizar la detección del cáncer: Descubrimientos más tempranos y mayor acceso a las pruebas con mejor atención.
Actualmente, la compañía hace pruebas clínicas en 5 países incluido México con su plataforma de secuenciación microRNA para detectar genes mutados que propician cáncer de estómago. Realizan demostraciones de cómo detectan el mal para después capacitar personal que lo aplicará.
Hoy ya tienen muestras recolectadas de Guatemala, Chile, Lituania, Latvia y EUA, donde presentan que con solo 1 mililitro de sangre extraído, se mezcla con los compuestos bioquímicos del chip, para detectar genes mutados que circulan silenciosamente en nuestro cuerpo, incluso antes de expresarse.
Con estos análisis esperan que en 2018 puedan obtener el registro sanitario de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), y de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA). Miroculus busca que la prueba cueste 50 USD, pero conforme se amplíe su uso, su costo de adquisición será más barato.
Los fundadores de Miroculus.
Además del mexicano Jorge Soto, Miroculus fue fundada por los ingenieros Alejandro Tocigl de Chile; y la doctora y bióloga molecular Fay Christodoulou de Grecia, quienes en 2013 colaboraban en el proyecto a distancia desde sus respectivos países.
Para el año siguiente, cada uno renunció a sus empleos para mudarse a California con el propósito de materializar el sueño que hoy están en proceso de cumplir, a lo cual sintieron que fue como saltar a una piscina.
“Muchas de las razones que uno toma en la vida son medio irracionales pero si resulta, cambiaremos de forma tremenda cómo se diagnostica a las personas.”
Tocigl trabajaba en una empresa de tecnología que buscaba prevenir colapsos estructurales de puentes, diques y túneles a través de ecuaciones matemáticas; hoy busca una manera más eficaz de diagnosticar cáncer junto con Soto y la doctora Fay Christodoulou, quien es pionera en la investigación de biomarcadores, habiendo publicado estudios en revistas científicas como Nature y Cell.