Raúl Gómez Román, es un científico mexicano que desde Oslo, trabaja en el proyecto CEPI que fue lanzado hace tres años para prevenir pandemias y que hoy se enfoca en conseguir la vacuna del coronavirus (COVID-19).
El biólogo molecular habló de manera exclusiva para la revista GQ sobre el reto que representa para él lograr una cura contra la pandemia que azota a todo el mundo y ha cobrado la vida de millones de personas en un tiempo récord.
Gómez Román, ha dedicado por lo menos media vida investigando todo tipo de virus y que ahora colabora de la mano con otros especialistas para encontrar la cura del coronavirus a corto plazo.
El originario de la Ciudad de México, es biólogo molecular y doctor en Ciencias, formado en México, Estados Unidos e Inglaterra, forma parte de un grupo de especialistas que trabaja en el proyecto CEPI.
El proyecto CEPI es la Coalición para la Innovación y Preparación para las Epidemias, por sus siglas en inglés, que recientemente anunció diferentes acuerdos para financiar tres programas con el objetivo de desarrollar vacunas contra el coronavirus, uno de estos (nCoV-2019).
El proyecto fue creado en coalición durante el año 2017, con el impulso privado de filántropos como Bill Gates y el apoyo de gobiernos, para prevenir la amenaza de pandemias desarrollando vacunas contra ellas.
Actualmente, CEPI trabaja en nueve proyectos de investigación diferentes para conseguir una cura contra el SARS-coV- 2, pero además de encontrar una vacuna, busca que esta pueda fabricarse masivamente para distribuirse en todas las poblaciones del mundo.
En entrevista, el mexicano habló sobre la necesidad de concretar lo más pronto posible el acceso a nivel mundial a una vacuna, “Eso es lo primero que pienso”, sostuvo. Refirió que es importante la investigación y desarrollo mediante el proyecto y lograr el acceso a las vacunas, lo cual denominó, diplomacia científica.
Recordó que previo a presentarse la epidemia de Coronavirus, trabajaba coordinando varios grupos de trabajo del virus Nipah; pero cuando estalló el brote, inició su labor en el proyecto de COVID-19.
Puntualizó que uno de los objetivos primordiales del CEPI no es únicamente desarrollar vacunas, sino que éstas sean accesibles en todo el mundo. Este organismo ya tiene en marcha acuerdos de colaboración con Inovio y la Universidad de Queensland y, ahora, ha anunciado otro con la compañía farmacéutica Moderna y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
“En CEPI, veo que apoyamos proyectos en Estados Unidos en Europa, y acabamos de formar nuestra primera colaboración con China, así que no sentimos esa competencia. Pero desde el punto de vista académico, en cierta manera, incluso podría ser sana porque motiva a que surja pronto una vacuna”, sostuvo.
El experto mexicano, subrayó que uno de los principales cuestionamientos que le realizan sus familiares, amigos y conocidos es el tiempo que les tomará encontrar una cura para el coronavirus. A lo que ha respondido que el tiempo que él y su equipo estiman para tenerla es entre 12 y 18 meses.
Y celebró que este es un plazo acelerado que no se ha visto con anterioridad y que surgió de la unión de tantas fuerzas a nivel mundial para su hallazgo, por lo que podría tomarse menos tiempo del estimado.
Aunque el pronóstico, señaló, es alentador, recordó que en 2009, el brote de H1N1 que se dio en todo el mundo, en México, se puso en marcha la construcción de una planta para la producción de esa vacuna, sin embargo, el proyecto no prosperó a pesar de la inversión que se ejecutó.
Esto podría ser un obstáculo para nuestro país pues consideró que “con esta pandemia da mucha pena que esa planta no exista porque me pregunto, cuando el trabajo de CEPI prospere y tengamos una vacuna, qué va a hacer México para fabricarla”.
“Mi participación, como la de compañeros de otros países considerados de ingresos medios, hace que cuando debatimos sobre la accesibilidad haya diversidad de ideas. En Oslo, donde yo trabajo, uno de los tres centros de CEPI en el mundo junto con Washington Londres, somos 15 personas de distintos países: Camerún, Vietnam, Italia… Es como unas pequeñas Naciones Unidas”, sostuvo el reconocido experto.
Y concluyó diciendo que, aunque se logre una vacuna y se erradique el virus, espera que este acontecimiento haya hecho conciencia en la necesidad de estar preparados para enfrentar pandemias.
Pues recordó que se han vivido escenarios lamentables como ell SARS-coV-1 en 2003, que cobró la vida de muchas personas, a pesar de la gran financiación que se realizó para el hallazgo de la vacuna y cuando se superó el brote se desecharon los proyectos,
“Muchos investigadores están diciendo hoy que si ya tuviéramos la vacuna contra el SARS-coV-1 nos hubiera ayudado muchísimo ahora para conseguir la del SARS-coV-2”, finalizó.
El mes pasado, la revista Nature, de las más prestigiosas publicaciones científicas del mundo, informó que hay 78 candidatos confirmados para la vacuna del COVID-19, 5 de los cuales ya están en ensayos clínicos.
Con información de Revista GQ.
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