Científicos buscan diferentes maneras para ganar la batalla contra el coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19. Mientras tanto, en México, un joven creó un sanitizante llamado Zanitix3 para combatir al mortal virus, el cual dura ocho horas y además, no daña a quien lo usa.
Se trata de David Hernández, un joven estudiante que obtuvo una beca por su talento emprendedor para estudiar en una reconocida escuela universitaria de este país, tras crear el sanitizante.
Según el joven, a diferencia del alcohol y el cloro, esta sustancia puede eliminar virus y patógenos de superficies, ropa e incluso alimentos sin dañar la piel y sin ser tóxico para humanos y animales.
A raíz de la pandemia, David decidió buscar nuevas maneras de ayudar, así que pensó en crear un sanitizante en base a una nanotecnología similar a la que usaba Biotar, que le permitía limpiar en promedio mil litros de aguas negras con solo 4 mililitros.
Pero, esta no es la primera vez que este joven crea un producto que busca resolver un problema relacionado a la salud. En 2017 creó Biotar, un reactor de bajo costo para tratar aguas residuales en zonas rurales sin acceso a drenaje.
El tanque no utiliza energía, ya que sólo usa una sustancia nanotecnológica. Aunque el agua no es para consumo humano, si puede utilizarse para cultivos o para verterse en lagos y ríos sin contaminar. Con este invento ganó el segundo lugar del reto Heineken Green Challenge.
El joven aseguró que el sanitizante Zanitix3 puede eliminar microorganismos patógenos y virus como el SARS-Cov-2 y puede durar hasta 8 horas activo:
“Me lo pongo en la ropa y así no se contamina cuando tengo que salir al súper. Esta es una manera extra de protección y no sustituye las medidas (preventivas), sino que es una medida de apoyo”, sostuvo.
El producto tiene un costo de 100 pesos mexicanos por medio litro y tienen versiones de bolsillo y en gel para manos y está en proceso de ser certificado por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
La pasión de David por emprender viene de cuando era niño, ya que recuerda que desde los siete u ocho años le gustaba hacer experimentos:
“siempre quise ser zoólogo, siempre algo dirigido a la biología. Algo relacionado con animales, plantas, algo relacionado a la vida”, indicó el joven estudiante.
David concluyó diciendo que se siente optimista sobre el futuro:
“Superé mis expectativas. Aprendí sobre la marcha y salieron las cosas. Ya con más educación y con los medios quiero ver qué más puedo hacer”.
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